lunes, 29 de junio de 2015

La canción de Candela


A veces las paredes cantan
y un haz de luz trae
la música tenue
de cuando éramos chicos.

A veces…

las paredes cantan
y un haz de luz trae
guitarras criollas,
un quickly saltando
de una cama a la otra
y otra marinera,
que tapábamos con toallas
para que no nos vean
y seguir jugando.

A veces…

las paredes cantan
y un haz de luz trae
con la fuerza de un rayo
la canción de Candela:
“El rincón que te gustaba.
¿Dónde quedó tu perfume?
Mezclado en horas de charlas”.

-¿Te acordás, Graciela?

A veces…
las paredes cantan
y traen consigo un olor conocido,
la voz del recuerdo
que una noche de lluvia
nos hace dormir
¿Es que a veces no sé
dónde poner la tristeza?

A veces…
las paredes cantan
y sentí que a los dos
nos pasaba lo mismo.





lunes, 22 de junio de 2015

Los tules


Tiene…
la mirada encendida,
la belleza brillo
de mi canto alegre
Tiene…
Tiene esa suerte, tiene…
el viento en la cara,
suelas de sueño
en el camino,
la nostalgia cubana
de un amor poema que recito
Tiene…
Tiene esa suerte, tiene…
la que yo no tenía,
mi blasfema llorosa
que no acaba ni reza
entre tules rosas
de esos que corro al verla
Y las nubes tan altas
Y ese mar azul de mis ojos grises tan lejos

martes, 9 de junio de 2015

Pérdidas


Bajo los miedos
En los silencios
En lo que no se dice
porque debería ser sabido
En el ombligo
Hay pérdidas

Bajo el olvido
En lo que no se puede
ni conviene que se sepa
ni se pregunta mucho
y se supone
En los ratones
Hay pérdidas

Pérdidas:

En los besos que no damos
En el desgano
pudiendo haberlo relamido
En quererlo
En parecerlo
En el gemido
Hay pérdidas

Pérdidas:

Cuando nos quedamos con las ganas
en vez de despertar al amor cada mañana
En las canas matizadas con el tiempo
En el viento que abandona las propuestas
Bajo el pelo empapado de cerezas
No me deja
Hay pérdidas


De fuego después


Mi vida entera
es de ella.
La que tengo,
la que sufro,
la que sé.
Entre racimos de uvas
me condena,
para liberarme luego
envuelto en sus brazos de
fuego después.

Mi vida entera
es de ella.
La que puedo,
la que siento
tibia entre mi piel.
Aunque casi nunca
le pida lo que quiero
y se quede en deseo
el aire que respiro de
fuego después.

Y me quede esperando
mirando hacia abajo
(soñando tal vez)
en un rincón del cuarto
durmiendo caricias de
fuego después.

Como un pájaro sin nombre
que nombra y no es,
que se arrulló en la casa
tiritando de miedo,
por temor a ser visto
al verla volver.

domingo, 7 de junio de 2015

Claveles prestados


podría escribir sin
tantos vericuetos, podría
empezar a de cir
la verdad alguna vez, no
para que me crean, si no
como des
                ahogo.
¡Bueno!
Eso creía que era
lo que estaba haciendo.
Pero a las pa la bras
se las llevó el vien
to, y entre clave
les prestados,
                       en
otra cosa
               pensando,

                                lo escribí.

jueves, 4 de junio de 2015

Como un canto de gitanos


De ver colgadas las llaves
en la casa,
con las puertas abiertas.
De mirar caer
las hojas de los árboles
resecas.
No sé:

de soñar viajes al besarnos
y esperar.

De contarnos.

De llorar lo que ella ríe,
que sonríe lo sufrido,
como un canto de gitanos:
          aturdido
          herido
          yugoslavo,
          que intentaron llevarte cuando niña
          y te soltaron,

          y te llevaron los aros
                                            que perdiste por error,
                                            que busco desde aquel día como un loco:
          tus orejas
          tu cuello
          tu cabello
              todo

          tu meollo.
No sé:

De soñar viajes al besarnos
y esperar.

De juntar las hojas en la espera
                               en la reja
                               que espera tu regreso hacia mi boca,
                               como esas chicas de Girondo rotas
                                         que se sueñan
                                         que se sienten,
                                         que se deshacen
                                                                    al tocarlas con la arena,
como si quien mirara al instante fuera visto,
y te trajeran de vuelta los gitanos
con su canto,

con sus carpas y sus toldos,
sus celestes y dorados,
con su blanco,
con sus pies descalzos
entornados en la puerta,
con su llanto.
No sé:

De soñar viajes al besarnos
y esperar.

Siempre hay alguien
que escribe lo que digo.
De no habérmelo contado
no tendría forma de saber
lo ya sabido,
los ojos encendidos azulados
que miraban con lágrimas de hule
                                                       mi corazón
                                                                          aún cautivo.

Una lágrima tuya
y se me apaga el mundo,
como un canto de gitanos
desde adentro.

¡Hay cosas que a una mujer no se preguntan!
Si no fuera por mi amor,
no regresabas.


miércoles, 3 de junio de 2015

Formosa


“En estos días no sale el sol, sino tu rostro”
Más lindo que la tierra, más lindo que una flor.
Más lindo que algún cielo que hayan visto mis ojos.



La que llora por las noches
tibia entre mis brazos
La que florece en el jardín
La que no puede dormir
La que espera

La que escucha canciones
en la siesta tarde compañera
La que cuida mis deseos
La que canta y repite balbuceos
La que espera

La que escala la montaña
trepando soledades
La que es roca
La que es piedra
La que lleva mis manos a su boca
La que espera

La que grita
La que agota
La que irrita
La que es lluvia mojada por el viento
La que es siendo
La verdadera nosotros
La que espera

La que imita

La que es otros
atrapando cada beso que recibe
en el exceso
La que vive
La que es eso
La que espera

La que es hiedra
La que riega flores, los colores con su canto
La que es arena
La que es río
La que es mar
La que es rosa
La diferente, cualquier cosa
La que duerme, amorosa
¡Hermosa!
¡Hermosa!

La que es mate
La que es cueva
La que es sol
La que es calor en invierno
Al lado mío
La que espera

que se cubra, que se quiebre
que se pinten las montañas de amarillo
La que es brillo
en sus ojos de Graciela

La que está pintada de color
La que es amor
La que es ganas
La que es clara
La que cesa

La que reza sin saber
La que es hada
La que es sed
La que es luciérnaga

La que es guía

La que tiene corazones en su cama
La que es hija y es mujer
La que es mañana

La que hilvana
La que es cuento
Barranca, laguna, riacho, bosque

La que es norte

La que apaga las nubes con su llanto
La que es… cuanto
La que es ropa
La que es sopa
La que es copa
La que es provincia en el venir

¿Quién soy yo para decirte todo esto?
Para describir lo que sos. Sí, soy tu padre
Sí, te soñé en cada lugar que te busqué
En qué viajé
En los que estuve:
en Congreso, en Palermo, en Bánfield, en Natales
en Sierra de la Ventana, en Mar del Tuyú, en Florianópolis
en Torres con más fuerza, en Los Cardales
en algunos lugares espirales
que son más, que no me acuerdo

Pero no me hagas caso
Sí, yo no sé. Sí sos vos la que hoy espera
Sí, yo no fui
Sí, es por amor lo que escribí
Te comparé, te adelanté donde no fui

Sí, yo no conozco Formosa



Se especula con que el nombre Formosa deriva de una locución latina que significa “hermosa” y que habría sido dado por los conquistadores españoles al navegar por el río Paraguay. También puede ser una variante de fermosa (la más hermosa).