jueves, 23 de abril de 2015

Los amores de Pau / ¨Por volverte a ver


Los textos conservan las fechas en que fueron escritos


¿CUANTO TIEMPO MÁS me vas a tener así? Que venís y no, que hoy tampoco pudiste, que se te hizo tarde. Que te cayó de improviso ese amigo del sur del que nunca me hablaste. -¿Qué querías que hiciera, que lo echara?- Y te cambió los planes.
¿Y yo qué? Acaso te importa un poco lo que me pasa. Si no me preguntaste nada la última vez que nos vimos y te la pasaste callado mirando de lejos a cualquier minita con más ganas que a mí. Justo la noche que me había puesto ese corpiño piel que me marca las lolas y creí te gustaba. Si ya casi ni hablamos. Si incluso estaba decidida a escaparme con vos después a tu casa como habíamos quedado, y nada. Si hasta tus amigos pegaron más onda con mis amigas que vos conmigo esa noche. Y eso que nos conocemos hace más de un año y recién ahora nos decidimos a esto.
¿Por qué no me vas a decir que lo nuestro es algo más que esto? Porque amor no es. Calentura ni llega, sino un fuego apagado con canciones gastadas en un campamento. –¡A los campings me dijo mi psicóloga que fuera! ¿Sabés como levantás?- Y yo en cambio me la paso en boliches caretas sanando mis penas en el frío mezquino de un vaso de alcohol.
¿Cuántos mensajes más tengo que mandarte para que te des cuenta que nos sos un chape? Que me interesás. O mejor dicho que me interesabas.
Ahora no. Ya no. Por suerte me di cuenta a tiempo. -¡Qué tonta, no!-. Que apagó tu sonrisa una nube de polvo en mis ojos de acaso. Que ni siquiera los viste. Que no quisiste mirar. Porque no te hubiera echado de mi corazón asustado mientras no lo sabía. Que no me querías, que lo hiciste sin ganas. Porque no fuiste capaz de invitarme a tu casa, y paraste tu auto en diagonal canchera con cara de vamos. ¿Con cara de qué? Como si hiciera falta la pregunta. Como si no te hubieras dado cuenta que mi boca cereza se quedó temblando de tibio a tu lado soñando tu amor. Porque ni siquiera tuviste el valor de invitarme a tu casa. Porque ni siquiera estoy muy segura de que tengas una casa donde decís la tenés.
¿Y quién sabe por qué mierda te escribo esta carta? Si vi más veces tus fotos del facebook que no estabas conmigo que mi cara al espejo por miedo al fracaso. Que fracasé otra vez. En enviarte esta carta sin saber por qué lo hago. Si le gusto a tanto boludo sin gustarte a vos. Si es con Pau con quien estás hablando, ¡tarado!, en la sombra ebria de mí andar hormigo por volverte a ver.


4 de febrero de 2015

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