domingo, 24 de mayo de 2015

Tanto fuego


A la memoria de Perlongher y Lemebel


COMO UN FUEGO
peligroso
en el que el desamparo
se aprovecha de algunos,
y a los demás los evita
por miedo al contagio.
Como si
el roce de cuerpos
provocara
una mancha
que no sale con nada,
indeleble,
venenosa,
congelada.
Marchita
en el verano leopardo
de su calle calor.
Cuando un beso profundo
mordiendo la lengua
encendió el asfalto
que quemó a los dos.

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